

Estas imágenes me encantan por que me recuerdan que mis hijos no necesitan casi juguetes ni material de juego… la naturaleza nos provee de los mejores juguetes y material inimaginable.
Somos una familia bastante austera, sentimos que menos es más, pero a veces (supongo que por la presión mediática) pensamos que deberíamos comprar más material o juguetes a los niños.
No sé si os pasa que cuando veis o creéis ver alguna dificultad o carencia en el niño, ya sea que descubrís que tiene poca habilidad con las manos, o que lee poco o mira pocos cuentos, o que es patosa/o corriendo o saltando, que casi no juega a construir, o que pinta mal para su edad… la solución siempre pasa por comprar algo, un material, un libro, un juego.
A mi me pasa, y las veces que he comprado el objeto de la “solución”, me doy cuenta que estoy forzando desde lo material en vez de observar, que estoy juzgando (que algo hace mal o poco) en vez de acompañar su ritmo, que estoy delegando en un material en vez de responsabilizarme y poner mirada y presencia a esa carencia.
No encontraremos nunca una juguetería mejor que la naturaleza.
Nosotros venimos de la ciudad y nuestro hijo mayor creció sus primeros años allí. Cuando íbamos a la naturaleza todo le molestaba… y a nosotros en parte también pero no lo reconocíamos. Me di cuenta que a mi hijo le faltaba horas y horas en la naturaleza, dejar de decirle: cuidado, no te ensucies, eso a la boca no, te vas a caer, no toques el bicho, que pica. Y dejar de asustarme yo cada vez que sentía un cosquilleo que me subía por la pierna.
Darles tiempo es la clave, escucharlos, y sobretodo no juzgarlos.
Lo importante es que cuando llegas a un lugar: playa, bosque, montaña, te estés sentado largo tiempo, el suficiente para que exploren, suban, bajen, corran, salten, miren, encuentren, toquen, dejen, experimenten, para que se sientan seguros y así puedan sumergirse en un juego, en una exploración concreta o empiecen a relacionar materiales y objetos.
Se repite este proceso cada vez que salimos, primero cuerpo, luego mente y luego alma.
Así cuando están concentrados en SU juego, inventado, simbólico, experimental… es cuando están actuando des del alma, cuando están conectados con quienes son, y lo que necesitan.
Estos momentos en que les hablas y no están, el tiempo pasa y no se enteran, en ese momento es cuando su alma se expresa a través de su cuerpo. Es cuando él o ella son..
Siempre que puedas corre a un parque que tenga tierra, un bosque lleno de árboles o la playa. Es bueno para ellos y para ti.
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